Páginas

Un nuevo trío


UN NUEVO TRIO
(relato verídico)

Entre la varias web que suelo frecuentar de contactos swinger, en una ocasión me contactó una pareja. Les veía muy interesados en conocerme y supuse que querían satisfacer la curiosidad y ganas por hacer un trío con una chica, algo que casi el 100% de las parejas que empiezan en el tema de intercambio, buscan como primera experiencia. Me gustaron muchos sus fotos, ninguna genital y todas con muy buen gusto. Ella parecía un bombón, melena larga morena, piel bronceada, delgada pero con unas buenas curvas. Él alto, moreno y atlético aunque no excesivamente musculado.

Tras unos días de intercambio de mensajes, su saber estar, su corrección y su “inocencia” en algunos temas, me acabaron de convencer para conocernos.

Para ponerles “a prueba” les pregunté claramente que era lo que buscaban aparte de conocerme, y tras algún que otro rodeo me dijeron que les gustaría estrenarse en un trío y que fuera yo la persona que les introdujera en el tema. Mi decisión estaba tomada, pero puse como condición que quería conocerles, cenar, y luego yo decidía si seguíamos adelante, bien como espectadora de ambos, bien como participante del trío o simplemente me iba a mi casa y tan amigos.

Me propusieron una cena en su casa y que yo decidiese el menú, a lo que accedí aunque previamente quería conocerles en un lugar público. Ese mismo viernes decidimos vernos en una cafetería cercana a su casa. A la hora marcada aparecí vistiendo unos leggins bien ajustados y una camisa semitransparente que dejaba entrever mis oscuros pezones. Eché un vistazo y al fondo encontré una pareja que por las fotos que había visto, aunque fuesen sin cara, los reconocí de inmediato. Mientras iba caminando hacia ellos, noté que también me habían reconocido y la parte masculina se levantó para recibirme.

Tras las presentaciones, unos cafés, y después de conocernos un poco más a fondo, les dije que accedía a subir con ellos a su apartamento. Era un espacio muy acogedor y cálido con una decoración minimalista. Una vez más se notaba el buen gusto.

La cena la serviría él, mientras la chica y yo charlábamos amenamente en el sofá. En ese momento pensé, “para que perder el tiempo, cenaremos después”. Pícaramente le dije que cerrase los ojos. Accedió y aproveché para besarla. Ella respondió a mi beso y nuestras lenguas se enredaron dentro de nuestras bocas. En un instante estábamos las dos medio desnudas frotando nuestros cuerpos.

-“Llámale”.- le susurré.

Él apareció y su cara de sorpresa fue máxima, sin saber casi como reaccionar.

-“¿Y si pasamos directamente a vuestra habitación y dejamos la cena para un poco más tarde? - le dije a los dos pícaramente.

Ella se levantó, guiándome de la mano. Él aún con cara de sorpresa y satisfacción, nos siguió.

Una vez allí, las dos nos pusimos de rodillas sobre la cama, besándonos mientras nuestras manos iban recorriendo nuestros cuerpos. Noté las suyas algo temblorosas al recorrer mis pechos, lo que hizo que aún me encendiese más. Notar aquella inocencia y nerviosismo pero con deseo por estar con una chica hizo que me mojase como nunca. Mientras su mi lengua buscaba y jugaba con la suya, mi mano fue deslizándose lentamente por su pecho, su vientre hasta llegar a sus braguitas. Suavemente colé mi mano por debajo de ellas hasta encontrar su pubis totalmente depilado. De su boca salió un pequeño gemido. Introduje un poco más mi mano hasta llegar justo a sus labios. La humedad era palpable ya incluso en sus braguitas.  Él nos observaba sentado en una esquina de la cama. Por el bulto que se intuía en entre sus piernas, sabía que estaba deseando meterse entre nosotras. Pero aun queríamos encenderlo un poco más.

Le susurré que se tumbara. Fui bajando mi lengua por su vientre hasta llegar a la altura de sus braguitas y poco a poco fui quitándoselas. Mi lengua siguió bajando hasta encontrarse con la humedad  que se acumulaba entre sus labios. Comencé a lamerla mientras que ella se estremecía de placer y pequeños gemidos salían de su boca. Introduje mis dedos y al minuto noté sus espasmos vaginales lo que indicaba que se había corrido.

Con mis dedos mojados de su flujo me acerqué a él y se los dí para que los lamiese. Era su turno. Se colocó entre ambas y se tumbó. Le desabrochamos los vaqueros dejando libre aquel erecto miembro. Comenzamos a lamerlo las dos al mismo tiempo. Abrí mis ojos y dirigí mi vista hacia él. Nos observaba excitado, sin quitarnos ojo, viendo como dos lenguas recorrían su grueso y largo falo.

Yo estaba muy caliente y estaba deseando masturbarme para ellos al tiempo que veía como él la embestía. Así se lo hice saber. Se tumbó sobre ella y yo frente a él, con mis piernas bien abiertas y mi sexo húmedo a escasos centímetros de su cara. Mientras la penetraba y la embestía podía ver como mis dedos recorrían mi sexo presionando mi clítoris. Viendo sus ojos de deseo, comencé  a masturbarme introduciendo mis dedos fuertemente. A cada una de sus embestidas yo hacía lo mismo con mis dedos hasta que alcancé un orgasmo.

Quería sentir su grueso sexo abriéndome, penetrándome, sentir las mismas fuertes embestidas que minutos antes le había regalado a su pareja. Quité mis dedos de mis sexo dejándolo húmedo a su vista. Se tumbó, y casi sin darle tiempo ni a colocarse el condón, me senté sobre él, dejándome caer por aquel exultante miembro. Comencé a cabalgarle mientras él me apretaba fuertemente mis nalgas. Mientras ella se sentó a horcajadas sobre su boca. Las dos nos corrimos fuertemente, yo sintiendo su sexo y ella notando su lengua jugueteando en el suyo.

-“Estoy a punto”- dijo.

Nos quitamos y nos arrodillándonos frente a él, pidiéndole que nos bañase con su semen. Se quitó el condón y empezó a masturbarse. En en pocos segundos, su cálido jugo empezó a resbalar por nuestros pechos.


A pesar de ser una pareja novata en este tema, resultó ser una velada de la que guardo un gran recuerdo. La cena fue todo un éxito aunque no negaré que lo mejor fueron los “entremeses”.

2 comentarios:

  1. Una velada perfecta y muy bien narrada, e sentido al mismo tiempo que leia sensaciones similares como si estuviera en parte ahi. Lastima cuando acabas de leer y te das cuenta que no jajaja Gran relato betty como dices durante el mismo, minimalista y buen gusto de relato. besos

    Fmd: Livethemoment

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Livethemoment. Me alegro de que te haya gustado y haber conseguido, al menos durante su lectura, que te sintieras como protagonista del mismo... muackckkksss... ;)

      Eliminar