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Puta por un día (2)



Abrí la puerta y allí estaba él. Era alto, complexión normal, moreno, ojos oscuros y con barba de dos días.

-Hola, ¿Betty?- me preguntó desde la puerta.
-Sí- le respondí yo.

Un gesto fue suficiente para que entendiese mi invitación a pasar. Caminó hasta el centro de la habitación, se dio media vuelta y me dijo:

-“Eres aún más guapa de lo que imaginé”

Mi corazón estaba desbocado, me sentía realmente nerviosa y creo que él también. Así que respiré hondo y traté de relajarme.

Inmediatamente sacó el dinero y lo dejó sobre la mesita, pidiéndome que lo contase para comprobar que estaba todo. Mientras lo hice, se dirigió al baño. Un par de minutos después, salió vestido con tan solo una toalla alrededor de su cintura. Se acercó, me cogió por la cintura, apretó su cuerpo contra el mío y directamente me besó. Yo le susurré:

- “Túmbate que el tiempo corre”.

Me senté a horcajadas sobre él y comencé a comerle la boca de forma lasciva. Mi lengua lamía la suya, mordisqueaba su carnoso labio inferior. Pretendía encenderle al máximo, hasta conseguir que desease mi cuerpo por encima de todo.

Pude notar como, bajo la toalla, su polla iba creciendo hasta notarla completamente erecta. Sentirlo, hizo que desease llevar mi boca a su entrepierna. Comencé a bajar lentamente por su pecho, por su vientre hasta llegar a la altura de la toalla. La abrí y allí estaba exultante, pidiendo ser lamida.

Mi lengua comenzó a rodear su glande, despacio, bajando y subiendo a lo largo de su polla, hasta que la introduje por completo en mi boca. Sentí su cuerpo estremecer y noté como mi sexo iba mojando más y más mi tanga. Mi cabeza subía y bajaba hasta conseguir tragarla por completo, no sin alguna que otra dificultad.

-“Te quiero comer el coño, pero no te quites el tanga.”- me ordenó.

No quería dejar de comérsela así que, apartando el tanga, me coloqué en posición 69. Sentí como su lengua recorría todo mi sexo de arriba a bajo, lamiendo cada centímetro de él. En esa postura, no puede evitar correrme en su boca sintiendo como su lengua luchaba por introducirse dentro de mí. Sé que eso aun le excitó más.

Me incorporé, me quité el  tanga, le  coloqué un preservativo y me senté sobre él dejándome caer sin más. Su cuerpo se estremeció, y el mío también al sentir su polla dentro de mi. Empecé a moverme despacio, lentamente, al tiempo que frotaba mi clítoris contra su pubis. Él sabía que me estaba masturbando mientras le follaba. Veía toda su excitación en sus ojos y temí que le quedase poco para terminar. Miré de reojo la hora sobre un reloj que había puesto sobre mi mesita y vi que le quedaban 25 minutos. Seguí manteniendo el ritmo, mirándole a los ojos y así poder controlar que no se corriese. Su pubis estaba totalmente mojado por mi. Cogí su mano y se la dirigí ahí allí para que pudiese notarlo.

-“ Déjame follarte”- me dijo.

Me aparté a un lado y cogiéndome por las piernas me tumbó boca abajo, abriéndomelas de par en par. Sentí su peso sobre mi cuerpo e inmediatamente me penetró con toda su polla.  Sus fuertes embestidas hicieron  que me corriese en pocos segundos. Me agarraba fuertemente por mi pelo, y me susurraba al oído preguntándome si me sentía una puta. Eso no hacía más que excitarme y entre gemidos, con cada una de sus embestidas no podía dejar de decirle una y otra vez: Sí, Sí, Sí.

Él jadeaba y me llamaba puta. Mi excitación era máxima. Estaba a punto, y yo también. Mi cuerpo se tensó con la llegada de un nuevo orgasmo y a los pocos segundos, un gran gemido suyo me indicó que se estaba corriendo. Notaba sus espasmos eyaculando dentro de mi. Todo había acabado.

La sacó y se tumbó a mi lado, boca arriba. En el condón se podía ver una abundante corrida.

-“¿Te lo has pasado bien?”- le pregunté tras retomar el aliento.
-“Podrías ganarte la vida con esto. Eres muy buena”- me respondió.
- “…y tu mi mejor cliente hasta la fecha”, dije yo con una sonrisa.

Me incorporé, me vestí, cogí el dinero y me fui sin despedirme, dejándole allí tumbado sobre la cama de la habitación que yo había reservado.

2 comentarios:

  1. Maaaaaallll, muy maaaaaaallll, si te gusta ya no es un trabajo y está claro que te gustó cosa mala, jajaja

    Besos, bombón ;)

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  2. Y que hay mejor que trabajar haciendo lo que te gusta??? ;)

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