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Squirt a la carta



SQUIRT A LA CARTA
(relato verídico)

A diario recibo comentarios en mi blog de varios de mis seguidores en los que unos me dejan su email esperando que me ponga en contacto con ellos; otros simplemente alaban mis fotos, relatos y vídeos y otros me proponen cosas, algunas realmente morbosas.

Hace unas semanas encontré entre los comentarios a la espera de ser publicados, uno que me llamó la atención. En él me comentaba su deseo de comprarme un tanga, aunque bajo unas condiciones especiales.

Su “pedido” consistía en lo siguiente: quería que me masturbarse con él puesto hasta tener un squirt y como prueba debería grabarme unos segundos para demostrar que ese era el tanga en cuestión. Indicaba también la cantidad que estaba dispuesto a pagar y he de decir, que me sorprendió muy gratamente.

Debido a que la cantidad me resultaba un poco escandalosa, decidí escribirle para comentarle que podía estar interesada en su proposición. Tras intercambiarnos varios correos concretando una forma de pago que salvaguardase el anonimato de ambos y una dirección de envío, decidí llevarlo a cabo.

No negaré que la situación me resultaba de lo más morbosa y toda la preparación del pedido provocó en mí una gran excitación.

Esa misma noche preparé todo lo necesario. Estiré el cubre colchón sobre mi cama ya que presentía que el squirt que se iba a producir iba a ser de los buenos. Coloqué frente a mi la cam y el ordenador para poder ver en todo momento el plano que se estaba tomando.

Cogí uno de mis tangas y me lo puse. El solo hecho de ponérmelo y notarlo rozando mi clítoris, hizo que un poco de flujo saliese de mí, mojándolo.

Me coloqué en mi cama, en una posición cómoda de forma que pudiese tomar un primer plano de mi tronco. A un lado, uno de mis juguetes y le di a grabar.

Mis dedos comenzaron a rozar mi clítoris por encima del tanga, despacio, sintiendo la suavidad y el frescor del tejido. Poco a poco iba presionándolo y cada vez que lo hacía sentía un pequeño espasmo que hacía que mis labios interiores se abriesen y se cerrasen. Notaba como me iba dilatando más y más por la excitación.

Verme en la pantalla del ordenador, saber que me estaba grabando, consiguió que me encendiese aun más. Sentía como mi tanga se iba humedeciendo y se podía apreciar una mancha más oscura entre mis piernas que cada vez se iba haciendo más grande. Cada vez más y más flujo salía de mí e iba arrollando por mis nalgas. Cerré mis piernas, quería alargar aquella excitación, disfrutarla al máximo. Aún no quería correrme.

Tiré ligeramente de mi tanga hacia arriba de forma que notase la presión en mi clítoris. Un gemido de placer salió de mí. Mis caderas se movían hacia delante y atrás, y a cada movimiento el tanga me rozaba más y más. La mancha de humedad ya era más que notable. 

Cogí el juguete que tenía a mi lado y lo puse encima del tanga entre mis piernas que las cerré para poder presionarlo más hacia mí y sentir aún mejor su vibración.

Estaba muy caliente y sabía que no podría aguantar mucho más sin correrme. Enfoqué bien la cam hacia mi tanga ya mojado, haciendo un primer plano única y exclusivamente de él.

Aparté mi tanga hacia un lado. Me gustaba ver mi sexo en primer plano, húmedo e hinchado. Lo notaba palpitante, deseando ser penetrado. Cogí nuevamente el vibrador y fui introduciéndolo, despacio, disfrutando de la vibración. Cuando ya lo tenía totalmente dentro, quité mis manos. Quería verme penetrada por completo, con mis piernas totalmente abiertas, asomando solamente la parte trasera de éste.

Empecé a follarme con él mientras que con la otra mano masajeaba enérgicamente mi clítoris. A cada embestida, notaba como más y más flujo salía de mí. Sin poder controlarlo, mi espalda se tenso, arqueándose y sacando rápidamente el vibrador, alcancé un fuerte orgasmo que trajo consigo un abundante squirt que llegó a alcanzar la cam.

Mi tanga estaba totalmente empapado e incluso se había acumulado en forma de charco gran parte de mi flujo bajo mis nalgas. Aún seguía caliente, con ganas de más, así que seguí masturbándome y alcanzando nuevos squirts. 

Los que me habéis visto por cam o habéis visto mis vídeos, ya podéis imaginaros como terminó mi tanga.

Cuando terminé, me lo quité y sin escurrirlo, lo metí en una bolsa de cierre hermético. Al día siguiente fue enviado a su nuevo dueño junto con a una micro-SD con unos segundos del vídeo grabado y  una nota en la que le decía:

“Que lo disfrutes”

5 comentarios:

  1. que tremendo relato,hizo q mi verga se parara...
    beso enorme de Argentina

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  2. No te imaginas todo lo que despertas en mi, seria increible poder tenerte y saborear gota a gota tus fluidos, mamasota

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  3. Muy bueno, que morbo y que bien te lo debiste pasar! Yo quiero un squit como ese pero en mi cara! jaja

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  4. Russian red suavemente entona los oidos, y te sumerge de lleno en el relato y segun vas leyendo...joder komo se me va poniendo Muy bueno. Y un hombre ke kedaria muy satisfecho!

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